La lavanda es una planta que se desarrolla de forma óptima a pleno sol, por lo general las partes de esta planta que están en la sombra toman un aspecto feo, despoblado y muy antiestético.
Deben ser ubicadas en zonas donde estén bien iluminadas ya que de lo contrario va a necesitar podas mucho más intensas.
Si te interesa conocer un poco más sobre podar lavanda, te invito a que continúes leyendo el siguiente artículo.
¿Cuándo podar lavanda?
La poda de la lavanda va depender de la estación y de que tan joven o vieja sea la planta:
Poda de verano
Esta se realiza a finales del verano o principios del otoño, esta consiste en eliminar los tallos que han dado flor, estos se cortan por encima del primer nivel de hojas, teniendo cuidado de no eliminar ninguna hoja, o por debajo de este según convenga.
Para los tallos más cortos solo se debe cortar la flor, mientras que en los que estén más largos hay que cortar también el primer nivel de hojas, de manera que se logren compensar de unos y otros.
Las flores secas se pueden ir retirando a medida que estas va apareciendo o cortarlas todas al mismo tiempo y de esta manera se hace más practico el trabajo, estas flores cecas la mayoría de las veces es usadas como decoración o para extraer las semillas y poder ser sembradas en primavera.
Poda de primavera
Cuando comienza la primavera se debe corregir la forma de la lavanda mediante una poda de mantenimiento, si es el caso de ser una planta joven conviene cortar en primavera los tallos que no han florecido, por la base de estos y el resto a la mitad de su longitud, de esta manera se estimula la ramificación y el vigor.
Cuando la planta de lavanda se hace más vieja esta tiende a perder las hojas en las zonas en las que están menos iluminadas del interior de la copa y de la parte baja de los tallos, para evitar esta situación se deben rebajar unos centímetros los extremos de todas las ramas para hacer más densa la copa.
Cuando la planta presenta estas características se deben hacer una poda más intensa para tratar de corregir el desequilibrio y renovar la copa para estimular la aparición de nuevas ramas.
Para esto se deben podar primero las hojas secas del interior de la copa y luego las ramas que se salen de la forma deseada.
Se deben también eliminar algunas ramas de la parte más densa, de manera que se logre que la luz llegue mejor al interior de la planta.
Es muy importante que se dejen hojas en la planta, para que esta pueda continuar captando la luz solar, si no se toma en cuenta esto la planta puede secarse de manera irremediable.
No es necesario desperdiciar el material cortado, de hecho este puede ser usado para realizar esquejes y de esta manera obtener nuevas plantas que pueden suplir a otras que mueran o que ya se encuentren muy estropeadas.
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